No odio a Jesucristo. Es imposible odiarlo, dado que es un mito en su mente. Cómo podría odiar los mitos mentales, los amigos invisibles de los demás! El creyente ha sido entrenado para decir, y creer , que el ser humano es malo y que quiere oponerse a un Dios invisible. El creyente siente que tiene que salir en defensa de ese Dios y nunca se detiene a pensar que un Dios se defendería solo. Para que diablos quiere un dios tener ese estúpido juego con el diablo! Después de autoinmolarse para salvar a la humanidad de sus divinas ocurrencias, sigue enredado sin fin con el demonio. Dejando de lado que al satanismo real hay que buscarlo en el Vaticano , porque hay que creérselo, porque Cristo y el diablo van juntos siempre. La pedagogía del dios en estos tiempos , sería brutalmente incomprensible: deja que todo se derrumbe como castigo, para después venir a seguir castigando. Este artículo breve no tiene como objeto atacar a Jesucristo , que es un personaje ment...