Nos han mentido tanto...

Un ser perfecto invisible y escondido, que mira como la gente muere, su religión se deteriora,y jamás hace nada, necesita una ingente cantidad de teología para sustentarse.  La teología es la sustitución de la evidencia. Un ser perfecto que puede retacear su completa evidencia, que debería ser lo primero que un ser consciente percibe acerca de este súper ser, necesita un montón de cháchara apologética teológica para subsistir en la mente humana.  El creyente suele no entender lo que significa la inevidencia brutal de un ser así. No lo entiende. En general los sacerdotes y pastores si lo entienden, y tratan de disimular lo más posible para que no lo noten y poder seguir con el negocio. 

Atemorizados ante la posibilidad de perder su negocio, los teólogos echan humo espeso sobre unas consideraciones muy lógicas e inmediatas respecto a sus invenciones.  En cuanto al origen del cristianismo, Jesús era un personaje muy conveniente para los romanos. Fue muerto en cumplimiento de las leyes, la culpa fue de los judíos, y finalmente los judíos fueron masacrados sin que Jesús moviese un dedito desde el cielo para proteger a Jerusalén.  La nueva religión era internacional, no hacía falta ser judío desde luego, y a su vez tenía una historia, porque un dios no puede presentarse de pronto, necesita una tradición.  Uno puede igualmente seguir confiando en los negociantes de la fe y sus promesas de verdes prados y mucho amor y contemplación en el más allá. No va a tener nada de todo eso, y si lo tuviera, espero que le agrade la adulación constante al humilde dios, no sea cosa que lo fulmine por no adorarlo con todas sus fuerzas y sin distraerse del Santo-Santo-Santo per...